Ganas desesperadas
Quién no ha sentido la loca necesidad de hablar con alguien, de mirarle a los ojos y de atrevido robarle un beso. Quién no ha sentido esa extraña fuerza que te atrae al cuerpo de aquel, como una fuerza mística que sin poder controlarlo te aproxima a cometer un acto de indecencia. Son unas ganas desesperadas, guiadas por la curiosidad y encubridas por el deseo. Unas ganas salvajes, un arrebato del corazón conectado con los sentidos. Una parte de ti que pareces desconocer, que deja a un lado los modales y se deja llevar. ¡Ah lindas y sinceras qué son esas ganas! De vez en cuando, déjalas salir.
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